Hoy, en un mitin en Lalín a lo que asistieron 2.000 personas y en el que también participó el presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo
Alfonso Rueda se compromete a defender el derecho de gallegas y gallegos «a vivir tranquilos lejos de las imposiciones»
- Contrapone el retroceso que supone el nacionalismo con el avance que propone el PPdeG: «Quiero que Galicia siga funcionando y que todo lo que tenemos por delante seamos capaces de hacerlo juntos»
- Frente a los que no tienen nada más que ofrecer que la ruptura con España y las imposiciones lingüísticas, el presidente defiende el inconformismo de su partido: «Tenemos la imaginación, las ganas y la valentía para ofrecer cosas nuevas para que Galicia sea cada día mejor»
9 de febreiro de 2024. El presidente y candidato del PPdeG, Alfonso Rueda aseguró hoy que el nacionalismo es sinónimo de retroceso para Galicia y que la única forma de seguir avanzando es hacerlo juntos y desde la unidad, apelando a la oportunidad que se presenta el 18 de febrero para «librarnos de las matracas de la nacionalismo votando una mayoría del PPdeG».
Sostuvo en este sentido que esta campaña electoral está evidenciando que por una parte están los que «no tienen nada que ofrecer a Galicia y dedican su día a día a la descalificación» y, por otra, el PPdeG. «Nosotros sí tenemos un programa y por eso empleamos cada día para hacer propuestas para todos: los jóvenes, las familias, los que están fuera y queremos que vuelvan y la gente del campo y del mar», añadió.
Frente a esta actitud propositiva de los populares gallegos, Rueda afirma que el que hay enfrente es «la misma matraca de siempre». Una visión negativa de Galicia y que nada cambió en estos años: «Tuvieron tiempo para pensar cosas nuevas, pero siguen con sus mismas pretensiones: la independencia, la ruptura con España y con la Constitución, y la imposición de hablar sólo en la lengua en la que ellos quieren hablar».
«Nosotros tenemos la imaginación, las ganas y la valentía para ofrecer las cosas nuevas. Porque somos inconformistas y queremos que las cosas sean cada día mejor. Pero, sobre todo, porque sabemos el que es gobernar y por eso podemos seguir haciendo propuestas», contrapuso.
Alfonso Rueda reivindicó que su objetivo «no va ser imponer una ideología a los demás, ni pretender que a algunos le vaya bien la costa de que le vaya mal a Galicia», sino «seguir trabajando por los gallegos y las gallegas». De ahí su compromiso de continuar defendiendo «el derecho de Galicia a vivir tranquila lejos de las imposiciones» para que «sigamos siendo una tierra tranquila y amable alejada de los problemas que nos quieren traer».
Apostó así por una Galicia qué «se supere a sí misma» y continúe el camino de avance experimentado en estos años en el que se refiere al apoyo a las familias, la apuesta por la educación pública, la potenciación de la excelencia entre la juventud, la defensa de en medio rural y el continuo incremento de la inversión en la sanidad pública.
«Yo no quiero que Galicia se atasque en follones. Quiero que Galicia funcione con sentidiño y que todo lo que tenemos por delante seamos capaces de hacerlo juntos», concluyó animando a los suyos a seguir trabajando con convencimiento para que el día siguiente de las elecciones puedan «seguir trabajando por Galicia durante cuatro años con la mayoría necesaria para poder hacerlo» y pidiéndoles a todos su confianza asegurando que él, a cambio, hará «todo el posible por responder a ella».