La Comisión de Pesca del Senado da luz verde a una moción del GPP en la que pide al Gobierno un plan de choque que evite el cierre sistemático de las pescaderías tradicionales y garantice su relevo generacional.
En palabras del senador por Lugo, José Manuel Balseiro, este plan “urgente y necesario” se debe a que las “las pescaderías tradicionales agonizan”, ya que desde 2007 las pescaderías de barrio se han reducido a un tercio y ahora mismo la cifra se sitúa por debajo de las 10.000 en toda España.
Por ello, la propuesta de su Grupo, que ha sido respaldada por una amplia mayoría, incluye medidas de apoyo fiscal a los emprendedores, facilidades para la apertura y transmisión de estos negocios, programas de formación, impulso a la digitalización y a la venta en línea, así como actuaciones en favor de la sostenibilidad.
Igualmente, reclama que se contemple la mejora e incremento de la formación dual, la reducción de la burocracia en su gestión, la rebaja del IVA del pescado y el refuerzo de campañas que fomenten el consumo y pongan en valor las especies más asequibles económicamente.
SÁNCHEZ RESTA A LA ACTIVIDAD PESQUERA
Balseiro lamenta que “cada pescadería que cierra no deja de ser sólo un negocio que baja la persiana: desaparece un punto de conexión entre el consumidor y la tradición marinera, un lugar donde aún se habla del estado de los caladeros, de la temporada del bonito o de la calidad del marisco”.
En este sentido, el senador lucense reprocha que “el Gobierno de Sánchez no está a la altura de lo que el sector pesquero merece y necesita” argumentando que desde que llegaron a la Moncloa “ni un sólo dato de la actividad pesquera en España ha sido positivo, ni uno sólo”.
“A pesar de ser la primera potencia pesquera de la UE, nuestra capacidad de influencia desaparece, porque el Gobierno no está haciendo bien su trabajo: sin informes, sin iniciativa, sin estrategia para defender los intereses de nuestros pescadores” critica.
Frente a la inacción del Ejecutivo, el dirigente del PP pone en valor “el refuerzo de campañas que fomenten el consumo y pongan en valor las especies pesqueras más asequibles económicamente”, tal y como lo ha implantado la Xunta de Galicia, en donde más de 50.000 personas viven directa e indirectamente del mar.
Así, recuerda el éxito de la campaña ‘Bono peixe’, que logró aumentar el consumo de productos pesqueros gracias a descuentos directos en pescaderías, que se tradujo en un impacto en ventas de casi 11 millones de euros.
En este contexto, recuerda que “promocionar el pescado no es suficiente si no se acompaña de medidas estructurales que hagan más accesible el producto y aseguren la rentabilidad del pequeño comercio. Eso es lo que pedimos hoy”.
“Hace falta una estrategia integral de país que combine educación alimentaria, digitalización del comercio minorista y apoyo directo a la red de pescaderías”, concluye.